DOCTRINA XXII ENCUENTRO EN LA REAL ACADEMIA DE INGENIERÍA DE ESPAÑA – 15 DE DICIEMBRE DE 2022-
Organizar una tertulia sobre energía era esperable para un grupo como
nosotros, interesados en la realidad, y ávidos por saber interpretar lo que
sucede en España y en la nueva sociedad global.
https://www.raing.es/tertulia-geopolitica-de-la-energia-en-europa-y-espana/
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Hacerlo de la mano de estos amigos, estos magníficos ponentes, es un lujo.
Hacerlo en el marco incomparable de este Palacio, un privilegio, y como tal,
exige una responsabilidad.
Nuestro compromiso siempre ha estado en analizar antes la cuestión objeto de
tertulia, para delimitar, en parte, una especie de marco teórico, pero pidiendo a
los ponentes invitados, y al resto de tertulianos, que lo reacomoden. En esta
ocasión, contamos con un gran conocedor del sector, como moderador.
Nuestras preguntas
La pregunta que tenemos cuando la tertulia y la revista, la revista y la tertulia,
preparamos esta conversación, es ¿Qué modelo energético necesitamos
como país, como Unión Europea, y como nos afecta el contexto geopolítico?
La pregunta secreta es si tiene relevancia la pregunta sobre si será posible una
independencia energética total o más bien habría que preguntarse por la
seguridad en materia energética.
Nuevos escenarios
En un mundo donde el incremento del consumo de energía para los próximos
veinte años se espera que esté la región de India Pacífico con un aumento del
85% y en el que Japón, Corea y Alemania se retraen de la energía nuclear por
el asunto Fukushima-Daichí, siendo esta región la principal consumidora de
gas natural licuado, esto lleva a plantearnos cómo cambiará el escenario de
nuevas alianzas entre países productores y consumidores, y el papel de
España y la UE.
Desde luego, China, un actor fundamental, así como la relación que vaya a
tener con Moscú durante y tras la guerra de Ucrania (aunque no olvidemos que
allá en 2013 se creó una sociedad conjunta sino-rusa para la explotación de
Siberia Oriental, así como se formalizó un gran acuerdo de Gazpron con China
de 30 años de duración por 400.000 millones de dólares en 2014) es otra
incógnita para despejar.
China, evidentemente, querrá tener a Rusia en su ámbito de influencia y
dependencia y luego también está la otra gran cuestión, que es la
autosuficiencia norteamericana energética (junto con Canadá), que sin duda
tendrá otro impacto.
Las rutas comerciales y de trasporte de la energía tendrán que ser protegidas,
y esto dará pie a alianzas nuevas y a la ruptura de antiguas, a resaltar la
geografía como algo muy importante, como se comprueba en el Ártico o en el
estrecho de Malaca (por donde el 80% de las importaciones de petróleo de
China pasan).
En este nuevo panorama, ¿cómo va variar el consumo global por recursos,
por ejemplo, nuclear – gas natural – petróleo – hidroeléctrica -renovables –
carbón, o por regiones?
El mix energético europeo está basado en petróleo, en gas natural, en nuclear
y poco a poco en renovables, aunque pesa poco aun, o por ejemplo, el de Asia
Pacífico donde todavía el carbón es fuente muy importante.
Como decía un monográfico de la “Geopolítica de la energía”, de la
Vanguardia, del año 2014, “habrá una nueva geopolítica energética de Estados
Unidos pasando de la escasez a la abundancia”, pero habrá un problema
fundamental que será el “darwinismo energético y la evolución de la industria
de la energía como consecuencia de la necesidad de adaptarse al cambio
tecnológico”, habrá “problemas de ciberseguridad” por los elementos
tecnológicos involucrados en la creación generación distribución de energía,
habrá también una “sed de energía” como la hay y habrá más en el futuro de
agua.
Nosotros queremos conocer dónde se encuentra España y la Unión Europea y
si, como dice el Richard Youngs, la Unión Europea se enfrenta de verdad a una
nueva geopolítica de la energía y cómo estamos dando pasos para salir de ella
teniendo en cuenta la división de competencias entre sus estados, la crisis
entre Rusia y Ucrania, el propio mercado de la energía y sus propios
parámetros, así como las políticas medioambientales de los estados y la de la
propia Unión Europea en un mundo global, donde parece que hay un exceso
de carbono.
¿Cómo se transiciona (verbo de moda para afrontar el cambio climático) y
cómo se reacomodan las relaciones internacionales? ¿Cómo surge como
decía Malik, un nuevo mapa mundial de la energía con sus rivalidades y
sus competiciones?
Desde la tertulia de la sociedad global y de la imagen profesional de España y
desde la revista Global Square Magazine queremos conocer de la mano estas
esta realidad y en nuestro análisis, Europa es clave.
Europa y Ucrania
Europa atraviesa un periodo de máxima tensión en su territorio con la actual
guerra de Ucrania, la cual está dejando a la luz la dependencia energética de la
Unión Europea frente a Rusia.
Tras varios meses tratando de llenar los depósitos ante el riesgo de un invierno
en serias dificultades, se han activado en 2022 planes de contingencia para
poder solventar el incremento de demanda de gas de la mayoría de los países
miembros, no obstante, aún es una incógnita cuál será el resultado final. Es por
ello, que se han incrementado las relaciones energéticas con otros países los
cuáles incrementan su oferta y se sitúan en la actualidad como proveedores
principales. Por otro lado, el modelo energético por el cual se llevaba
apostando mucho tiempo parece sometido a una revisión o un estancamiento en su avance.
¿Qué se puede esperar de las relaciones energéticas de la
Unión Europea con terceros países? ¿Es un paso hacia delante o hacia
atrás de cara a la transición energética? ¿Es viable retomar en un futuro
las relaciones energéticas con Rusia? ¿Es posible conseguir una
autonomía energética que garantice una seguridad propia? ¿Necesita la
Unión Europea avanzar en la Comunidad Política Europea y en la
Comunidad Europea de la Defensa para poder garantizar su suministro
energético?
Las instituciones europeas
Todas estas dudas surgen en un momento de excesiva incertidumbre sobre el
conjunto de las instituciones europeas y su funcionamiento. Si ya los últimos
años habían sido difíciles debido al auge de populismos, se acentuó con el
desafío del Brexit como primer país en tomar la decisión de abandonar la
mayor comunidad de estados del mundo que llevaba creciendo de manera
consecutiva las últimas décadas. A ello se unió la crisis financiera de 2008 que
hizo tambalear la moneda común. Más reciente llegó en 2020 la pandemia del
covid 19, poniendo en cuestión los modelos de gestión de crisis sanitarias y
dejando a la luz las vulnerabilidades europeas en materia de control de
fronteras. No obstante, y gracias a la fuerte respuesta y apuesta del conjunto
de países, cuasi federal, se consiguió a través de las instituciones europeas,
dar una ejemplar salida tanto en términos sanitarios con una gran campaña de
compra de vacunas, como en términos económicos, con la mayor respuesta
financiera dada históricamente, el plan Next Generation EU.
Con ello, podemos decir que se cumple la frase dictada por uno de los padres
fundadores, Jean Monnet, cuando decía que Europa se hará y construirá en
cada crisis. Efectivamente, así ha quedado demostrado hasta la fecha. Y si no
era suficiente con todo lo anterior, ha sido en 2022 el año que ha puesto en
entredicho cualquier duda sobre la fortaleza de la Unión Europea.
El comienzo del año 2022 parecía traer una senda de recuperación económica
tras el golpe humanitario de la pandemia en 2020 y el daño económico en
2021. Pero esto no fue así debido a que al poco de comenzar el año, todas las
esperanzas y optimismos se vieron lastrados por unos movimientos de tropas
rusas cercanos a la frontera ucraniana, que eran denominados simples
maniobras por el gobierno del Kremlin. Días después quedó evidenciado que
estos movimientos eran no más que el comienzo de una invasión de Rusia
sobre Ucrania y de un comienzo de una larga guerra, pese a los pronósticos
iniciales, y que se prolonga hasta los días de hoy con incuantificables
consecuencias, entre las que destacarían especialmente las cadenas de
suministro y el incremento de los precios de materias primas.
Materias primas
Y es entre las materias primas donde se va a encontrar uno, otro más, de los
elementos claves de la difícil situación de hoy en día. Especialmente por el
factor de la energía. Y es que la fuerte dependencia energética de Rusia, ha
puesto patas arriba el modelo energético europeo haciendo necesario un
rápido cambio de rumbo, con búsqueda de proveedores y socios alternativos,
incluso algunos que parecían ya condenados a no ser considerados amigos,
para poder mantener a flote el suministro de los estados miembros. Esto a su
vez, se ha visto cada vez más comprometido con la llegada del invierno y el
aumento de la demanda de gas, y es que a pesar del aumento de temperaturas
en muchas regiones de forma extraordinariamente prolongada en los meses
otoñales, en otras regiones se comienza a sufrir fuertes descensos de
temperaturas, y esto se traduce en una amenaza grave para la supervivencia.
Ucrania
Una de estas zonas, es Ucrania, el país más afectado en términos bélicos y
humanitarios, al que se le une el componente del corte de suministro
energético debido a bombardeos en sus principales centrales energéticas. Esto
hace aun mayor su dependencia de ayuda del resto de miembros europeos,
que ya ven como no se trata exclusivamente de discursos, sino que la lista
sigue aumentando, armas, acoger refugiados, y ahora también proveer de
recursos energéticos a un país externo cuando siquiera ellos saben si podrán
llegar al final del invierno en condiciones óptimas.
La Unión Europea que desde el inicio de la guerra se ha mostrado unida y firme
en su respaldo a Ucrania, otorgándole incluso condición de país candidato a
miembro, y acelerando procesos, intenta manejar una situación delicada con el
máximo tacto posible pero sin demostrar tibiezas. De hecho ha sido destacado
la amplia movilización de los países miembros y la unanimidad en sus
mensajes, algo que no estaba previsto. Por otro lado, la OTAN continua
también con su papel de respaldo a Ucrania con entrenamientos y maniobras
por si fuera necesario dar cualquier tipo de respuesta ante una agresión a
alguno de los países miembros. El riesgo de una escalada del conflicto está
latente y por ello deben ser tenidas en cuenta todas las posibilidades
alternativas para gestionar los riesgos y mantener la situación de la mejor
manera posible.
Así pues, si la Unión Europea nos ha dejado algo claro, es que su principio de
solidaridad a pesar de los duros golpes y desafíos, está y permanece
inquebrantable al menos hasta el momento. Ahora llegan dudas, de hasta
cuando podrá ser así, si el tiempo corre en contra tanto dentro como fuera de
Ucrania, y si el apoyo puede ir desvaneciéndose, o si por el contrario, seguirán
dándose movimientos fuertes como la ultima Conferencia de Berlín asentando
las bases de la reconstrucción de Ucrania.
Conclusiones
Parece evidente que la energía se ha erigido como un pilar clave sobre el que
pivota el eje central de la Unión Europea en estos momentos, desafiando
incluso a los objetivos de inflación y cambiando los pronósticos económicos
completamente.
Hay vientos que parecen empujarla a buscar su autonomía estratégica que
pasa necesariamente por garantizar una seguridad energética, algo que a corto
plazo tiene que ir por la vía de retomar los combustibles fósiles mientras se
intenta acelerar la transición energética.
Otros vientos, insisten en que es posible subsistir cambiando de socios
estratégicos y conseguir en otros proveedores los mismos servicios mientras
dure la situación de guerra y dejando en interrogante las futuras relaciones con
Rusia. Pero esta última opción conlleva un gran riesgo, quedar a merced de
terceros países con los que no se comparten modelos de gobierno, que
amenacen tanto la seguridad y supervivencia como los valores principales de la
Unión Europea, la democracia y la libertad que protegen a todos sus
ciudadanos.
Por esto, pensamos que es muy necesaria una aproximación, aunque sea
somera y generalista al estado de la cuestión, al estado del sector en España,
a la importancia de la energía en el mundo actual, y por dónde van los tiros a
nivel mundial. Pensamos que es muy necesario pensar sobre el mix energético
en España y la UE, sobre la necesidad de planificar a largo plazo “el sector de
la energía”, teniendo en cuenta a la Unión Europea, y las diferentes posiciones
en juego (consumidores, industria, gobierno, competencia…).
Nuestra visión desde que comenzamos a andar, allá por 2009, siempre ha
tomado en consideración las relaciones internacionales, hoy diríamos la
geopolítica y, en este sentido, nos gusta adentrarnos de la mano de los
invitados en los entresijos de los asuntos globales, en este caso, de la sed de
energía planetaria y la reconfiguración del “mapa global energético” a la luz de
los acontecimientos mundiales (guerra en Ucrania, rivalidad en Asia-Pacífico,
etc,…).